Lindos Cuentos
Título: "Doña Clotilde y los Huevos Misteriosos"
En una granja tranquila, vivía una gallina muy especial llamada Doña Clotilde. No era una gallina cualquiera: usaba un pañuelo rojo en la cabeza y siempre caminaba con mucha elegancia por el gallinero.
Cada mañana, Clotilde ponía un huevo en su nido de paja. Pero un día, al ir a revisarlo, encontró no uno, ¡sino tres huevos! Y lo más extraño era que uno era verde, otro azul y solo uno era blanco como siempre.
—¿Qué está pasando aquí? —se preguntó Clotilde, rascándose la cabeza con la punta del ala.
Las demás gallinas vinieron a mirar. Margarita, la más chismosa, dijo:
—¡Seguro son huevos mágicos! ¡He leído que a veces las gallinas elegantes tienen poderes!
Clotilde no sabía si reír o preocuparse. Decidió esperar.
Pasaron los días y, al fin, los huevos comenzaron a romperse. Del huevo blanco salió un pollito amarillo como el sol. Del huevo verde, un pollito con plumas verdosas que olían a menta. Y del huevo azul... ¡salió un pequeño dragóncito que estornudaba humo!
Todas las gallinas se asustaron, pero Clotilde no. Ella abrazó a sus crías y dijo:
—No importa cómo sean mis huevos, todos son mis hijos, y todos caben bajo mis alas.
Desde ese día, el dragón ayudaba a calentar el gallinero con su aliento tibio, el pollito de menta curaba resfriados con solo abrazarte, y el pollito amarillo se encargaba de cantar a todos por las mañanas.
Y así, en la granja, se aprendió una gran lección: lo diferente no es malo, ¡es maravilloso!